Con el slogan “No al trabajo infantil, sí a la educación de calidad”, se conmemora en todo el mundo el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, una iniciativa a la que se une el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia, como organismo rector del Sistema Nacional de Protección.
La campaña de este año 2015 que patrocina la Organización Mundial del Trabajo (OIT) promueve una educación de calidad, libre y gratuita para todas y todos los niños hasta por lo menos la edad mínima de admisión al empleo, y emprender acciones para llegar a aquellos niños que actualmente están en situación de trabajo infantil.
También hace un llamado para que se materialicen nuevos esfuerzos para asegurar que las políticas nacionales sobre trabajo infantil y educación sean coherentes y eficaces.
Las políticas y esfuerzos que se realicen en los distintos países deben también estar encaminadas a garantizar el acceso a una educación de calidad e inversiones en personal docente.
El Trabajo Infantil constituye un elemento nocivo para la educación de los niños, niñas y adolescentes ya que muchos no asisten a la escuela y otros combinan la educación con el trabajo lo que les demanda un gran esfuerzo físico y mental y terminan por abandonar la escuela, lo que repercute en su vida adulta, destaca el Boletín Encuentros de la OIT.
Explica que “las personas que no han tenido una formación adecuada tienen mayor posibilidad de ser menos remunerados con relación a los demás, además de que si optan por emprender alguna actividad económica independiente contaran con menos posibilidades para emprender negocios productivos y sostenibles en el tiempo y como consecuencia también sus hijos tienen mayor probabilidad de caer en la situación de Trabajo Infantil dado que en algún momento necesitaran de mayores ingresos en el hogar. Por ello, la educación de calidad, entendiéndola como una educación adecuada e inclusiva para cada niña, niño y adolescente, desempeña un papel clave para romper el círculo vicioso del trabajo infantil”.
Invertir en educación influye en el desarrollo humano y tiene un gran retorno para el individuo y para la sociedad. Pero es necesario Para acelerar el avance en los resultados, necesitamos:
- Garantizar que todas las niñas y niños tengan acceso a condiciones de enseñanza seguras y de calidad.
- Ofrecer oportunidades para las niñas y niños mayores que no se han beneficiado de la escolarización formal, incluyendo programas de formación profesional específicos que también ofrezcan apoyo en educación básica.
- Garantizar una coherencia y aplicación de las leyes sobre el trabajo infantil y la asistencia escolar.
- Promover políticas de protección social para fomentar la asistencia escolar.
- Disponer de personal docente profesional debidamente formado y motivado, que se beneficie de condiciones de trabajo decente, basadas en el diálogo social.
- Proteger a las y los jóvenes trabajadores cuando dejan la escuela para acceder al mercado laboral, y prevenir así que caigan en formas inaceptables de trabajo.
Según la Organización Internacional del Trabajo solo en América Latina y el Caribe existen 13 millones (8.8%) de niños en situación de trabajo infantil. En República Dominicana el porcentaje de niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años que realizan trabajo infantil es de un 12.8%, según la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples Enhogar-Mics 2014, de la Oficina Nacional de Estadística (ONE).